jueves, 6 de octubre de 2011

El sótano del primo Barto: La propia definición del terror

Este espacio lo vamos a dedicar a un género muy concreto dentro de un medio muy concreto, el terror en el cómic. Sin duda, la definición de cómic no nos debe dar demasiados problemas, no vamos a entrar en el debate de cómic, historieta o novela gráfica; ni siquiera vamos a discutir si un cómic puede ser una sola viñeta, aquí vamos a discutir y crear polémica sobre el terror. Aunque claro, aquí llega el problema de saber qué demonios es el terror, horror, susto o como lo queramos llamar.

Aunque parezca mentira, los propios investigadores no se ponen de acuerdo en que es el terror, o al menos no en su definición, nadie duda de que Los muertos vivientes de Kirkman es un cómic de terror, pero cada cual te dará una explicación del porqué. Evidentemente algunos te dirán que es de terror porque da miedo, porque causa angustia en el lector; esta definición sería valida si no fuera porque es del todo subjetiva. Esto no ha impedido que algunos autores traten de profundizar es esta vertiente, caso del investigador Noël Carroll, para quien una obra de terror, horror, es aquella que provoca una rechazo en el lector, ya que éste se encuentra ante una realidad impura, que pone en tela de juicio el mundo real, y amenazante, que nos deja en una situación de desamparo, siempre colocándonos un nivel por debajo del horror.

No es difícil comprobar como la explicación de Carroll se acopla perfectamente a la obra antes mencionada de Kirkman, poco hay menos pertubador que una criatura que tras la muerta, incluso en avanzado estado de descomposición, sigue viva, sin pasar por alto el grave peligro que supone para nosotros una enorme horda de zombies. Como vemos, la explicación de Carroll es buena, pero algo incompleta. ¿Es El motoristas fantasma una obra de terror o la metemos en el género de superhéroes? ¿Predicador es una obra de terror o de aventuras? Sin duda, Johnny Blaze y el reverendo Jesse Custer viven rodeados de un mundo de pesadilla, aunque no se puede negar que ellos mismos también son un problema para sus oponentes, contra los que no tienen reparos en enfrentarse.

Así que podríamos decir que el horror existe, y aunque lo podríamos encontrar cuidadosamente destilado y perfectamente etiquetado, tampoco tiene problemas con mezclarse con lo más variados ingredientes. Esto no quiere decir que el número de géneros sea infinito, tesis perfectamente defendible, sino que el terror está compuesto por elementos aislados, como son por ejemplo los personajes, que pueden funcionar con otros elementos de terror o hacer buenas migas con elementos de otros géneros. Hellblazer podría considerarse en cierto modo un perfecto ejemplo de cómic de terror, con personajes, escenarios y temas pertenecientes puramente al horror, aunque esto no evita que el bueno de John Constantine pueda viajar al salvaje oeste para luchar con algún demonio, porque el espanto se puede esconder en cualquier esquina.

Desde este humilde rincón trataremos de arrojar algo de luz sobre el género de terror trabajado en el cómic, desde reseñas de novedades a clásicos a recuperar, sin dejar de lado la historia y la teoría de este bonito género en un medio tan mágico como el cómic. Así que intentaremos explorar un poco entre la sangre y las telarañas, a ver si sacamos algo de lógica a un mundo tan pavoroso. Lo único que os pido es que al salir apaguéis las velas, aquí estamos mejor en la oscuridad.

2 comentarios:

  1. Yeah!
    Primera sección del Tío Creep... digooo, del Primo Barto, nos ha hecho un desgarramiento del terror... ¿qué nos deparará en próximas entregas? ;)

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