sábado, 25 de febrero de 2012

Spain is pain #19: La gran fiesta de Edipo



La adolescencia es uno de los momentos claves en la vida de cualquier persona es un periodo de búsqueda, desengaños y desencuentros. En Sangre de mi sangre (Astiberri, 2011) de Lola Lorente nos encontramos con una excelente exposición de esa visión de la adolescencia mostrada a través de la visión de dos padres, dos adolescente y dos niños. Todo ello a través de un imaginario visual hipnótico en el que cobran protagonismo las ansias de cambio de los dos adolescentes en un escenario propicio para ello: un festival de disfraces.

Esta historia de complejos edípicos se desarrolla en una urbanización llamada Carnelia rodeada por un bosque que convierte al espacio creado por los humanos en un lugar mítico en el que lo mágico es “aparentemente” posible pero que cierra todas las puertas a la realidad deseada por los personajes, estableciendo un microuniverso capitalizado por la incapacidad de las personas a conseguir lo que mas anhelan: cambiar.

Así pues, nos encontramos con tres pares de personajes que están emparentados por el género una madre con sus dos hijas Amanda y Celine y por otro lado un padre con sus dos hijos Ralfi y Adrián. Los hijos pequeños Celine y Adrián viven en un mundo de fantasía; ella es, casi, un habitante del bosque allí desarrolla la necesidad de tener un circulo de amistades que es sustituido por una serie de tallas con forma humana, aunque nunca consigue hacerse un circulo vital para poder establecer relaciones humanas. En cambio Adrián vive, o supone vivir, la consecución de sus metas en su caso ser ventrílocuo a expensas de ahogar los deseos de su hermano mayor. Aunque lo que hace Adrián es sustituir la talla de madera por el muñeco con el que ejercita sus habilidades.
En segundo lugar esta Amanda y Ralfi, dos adolescentes que desean salirse de la norma impuesta en el microuniverso de la Urbanización Carnelia, ese cambio implica no solo abordar su personalidad desde otra perspectiva a nivel intelectual sino el cambio físico. En ella cortarse el pelo como símbolo del cambio de la niñez a la edad adulta y el disfrazarse de Young Lady, grupo musical de variedades, en la fiesta de disfraces del pueblo. Sin embargo, Ralfi tiene el cambio perfectamente asumido, en su casa lleva tacones a escondidas de su padre pero coartado por su hermano menor, esta es la brutal lucha de un personaje que asume su propia sexualidad pero que es incapaz de manifestarla al mundo tal y como es, aunque lastrada por su hermano y por un padre ausente que parece no querer saber nada de sus hijos tras la muerte de su esposa. En cuanto a la madre de ellas es un personaje ausente en lo físico y egocéntrica como una adolescente que solo busca satisfacerse a si misma.

Sangre de mi sangre es una de esas obras que podrían pasar desapercibidas al lector por lo supuestamente manido del tema que trata. Sin embargo, como cualquier otro tema la adolescencia puede ser tratado con gran amplitud desde el descubrimiento a la tortura o como en el caso que nos ocupa como la imposibilidad de desarrollo de unos personajes que parecen muertos en vida, todo ello envuelto con una estética de fabula que favorece la construcción de este relato sobre el deseo.

                                                                                                                                          @Mr_Miquelpg

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