Pequeño
por fuera y grande por dentro. El formato de King Egg (Una china en mi zapato, 2012) de Miguel B. Núñez es en si
mismo una declaración de intenciones sobre lo que nos vamos a encontrar en el
interior de este precioso libro. La premisa planteada por el autor es muy
sencilla, que pasaría si un hombre, o más bien un homúnculo, naciese del huevo
de una gallina. Con ese punto de partida lo único que nos podemos esperar es
que Núñez nos sorprenda en todas y cada una de las páginas que componen este
obra a través de un trazo limpio y sencillo, un uso del color minimalista y la
completa desaparición de la viñeta, lo cual ayuda a desarrollar narrativas de
una página e integrando las aventuras de nuestro protagonista a la página
física.
El
universo creado para arropar las aventuras de King Egg es de carácter fantástico
poblado por gigantes, ogros, yetis, fantasmas, etc., y en el que el máximo anhelo de nuestro pequeño protagonista
es encontrar el amor, pero no por ello deja de alimentar su espíritu con
pequeñas y grandes aventuras y con las pequeñas satisfacciones de la vida. En ese
devenir podemos encontrar un paralelo en la Odisea
de Homero por lo de enriquecedor que tiene el viaje realizado por el
protagonista y por las tentaciones que tiene que ir superando en cada una de
las páginas que conforman esta gran historia. Pero los “monstruos” que aparecen
en King Egg lejos de ser seres
perversos forman parte de lo que podemos definir como “universo amable” creado por
Miguel B. Nuñez.
En dicho
universo las criaturas fantásticas están completamente arraigadas a los
espacios que habitan, en ningún momento surgen de la nada o son convertidos en
mera anécdota, todo lo contrario. Se trata de un cronotopo deudor, de manera
consciente o inconsciente, de narrativas niponas del estilo yokai en la que los
seres sobrenaturales y fantásticos forman parte del ecosistema emocional y
vital de los personajes protagonistas.
Recomiendo
de todo corazón King Egg de Miguel B.
Núñez, por la capacidad que tiene de conmover y de emocionar con tan pocos
trazos y sin diálogos, por la forma en que tiene de narrar una historia que en
principio parece sencilla pero que realmente no lo es, por la intensidad de la
historia y por la necesidad que tiene el lector de acaparar cada uno de los trazos
que componen la historia. Creo firmemente que estamos ante uno de los que está
destinado a ser el mejor cómic nacional de 2012, desde luego yo no me voy a
cansar de recomendarlo, vosotros leerlo.
@Mr_Miquelpg
@Mr_Miquelpg
Magnifica reseña!
ResponderEliminar