Es
lo que le dice el trasunto del director de cine León de Aranoa mientras le
practica sexo oral a la exnovia de Juanjo Pérez, el protagonista de Genio y Figura (Edicions de Ponent,
2012) de José Tomás. En esta obra se nos narra las aventuras de un dibujante
que odia todo lo que hay en torno a su profesión, ya sean fans, diseñadores,
portadistas, editores etc… El ego del protagonista es tal que solo mantiene
conversaciones serias con dios.
Sin embargo,
Genio y figura es una reflexión sobre
los mecanismos del éxito en el panorama editorial español, en el que se pone de
manifiesto la flaqueza del tejido empresarial que hay en torno al arte del
comic en nuestro país. Juanjo Pérez goza del éxito en toda su amplitud, es
querido por su editor, los fans, tiene grupies, aparece en los medios y esta
pendiente de que su obra sea adaptada al cine por un directo con cierta
reputación. Pero todo se va al garete cuando recibe toda la atención de los
medios y en el que cada gesto o palabra es sometida a juicio.
Estamos
ante una narrativa circular, en la que a través de nuestro protagonista
descubrimos el porqué de los motivos del secuestrador que lo retiene al
principio de la historia. Aunque no es el único recurso narrativo que podemos
encontrar en este título, en este caso el protagonista es el flashback. El hecho
de que se nos explique todo desde el presente implica una interpelación directa
en forma de crítica a la situación actual de nuestra industria cultural, los
vicios de la misma y a unas estructuras relacionales aprehendidas de otras
formas de expresión cultural.
Dicho
todo esto podría parecer que el cómic de José Tomás es una crítica sesuda y
pesada sobre el hecho de ser autor de cómics en nuestro país. Es una crítica,
si. Es seria, si. Pero no es pesada. Genio
y figura es sobre todo una obra en la que lo que predomina es el humor que
se genera en torno a un personaje que se toma demasiado en serio a sí mismo y
que desprecia a los demás, lo que le hace perder la perspectiva. En esa tensión
que el personaje protagonista genera entorno así mismo es donde se producen las
situaciones cómicas para el espectador, pero que el protagonista afronta como
si de un Ulises se tratara.
En
definitiva, Genio y figura es una de
esas obras imprescindibles para entender el cómic como una forma de vida que
trasluce por todos los poros del autor, ya no solo como un slice of life al uso sino
como una reflexión sobre un medio que intenta absorber al autor ya sea desde
aspectos creativos a personales. Por otro lado me queda una duda ¿tan petardos
somos los fans?
@Mr_Miquelpg
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