Es
sabido por todos que El Incal de
Moebius y Jodorowsky es una obra de ciencia ficción metafísica en la que los
hallazgos de los personajes pocas veces devienen en una causalidad lógica por
lo que en un principio la dinámica plantada por estos autores se difumina en
una bipolaridad en la que el medio en si mismo es el mensaje. Esta obra se
plantea como una un camino en el que John Difool, protagonista de la saga,
tiene que encontrarse así mismo antes de proceder al hallazgo del incal.
Sin
embargo, lo que en un principio se plantea como una búsqueda es en realidad un
encuentro. Me explico, a pesar de no ser una obra en la que el homenajeado en
Laraña esta semana es el autor total, se confirma la que para mi es la gran
talento de Moebius la creación de unos mundos que funcionan a nivel estético y
narrativo. Si bien el guion de Jodorowsky es ideal para la construcción de un
universo tan complejo, ilógico a la vez que habitable.
En El Incal, al igual que obras como El garaje hermético o Arzak plantean un lógica difusa en el
desarrollo de los personajes y en sus viajes en la construcción del héroe, y es
que gráficamente Moebius no plantea universos de blanco o negro sino que
plantea las tonalidades de gris para desarrollar sus creaciones.
A
parte de los motivos esbozados anteriormente la elección de El Incal para rendirle tributo al autor francés
se debe a carácter más personal que otra cosa, se trata de la primera obra que leí
del autor y que en esa lista que todos tenemos en la cabeza de los mejores
cómics para mi ocupa uno de los lugares más altos. El Incal supone también para muchos lectores otra forma de abordar
la ciencia-ficción, ciencia que nos tiene acostumbrados, al menos en su versión
mainstream, a mundos uniformados, federaciones galácticas, fidelidades y luchas
por abrir la mente a nuevas formas de vida o a repelerlas.
Pero
en esta obra esas estructuras se diluyen en estructuras más personales en la
que el protagonista es el escenario y el desarrollo de los personajes en este,
generando, en ocasiones, un desprecio por el personaje en favor de darle
protagonismo a un escenario que habla por si solo.
Aunque
con las obras de Moebius lo que vale es releerlas una y otra vez buscando y
encontrando, para iniciar otra búsqueda con la que en un principio no habíamos ni
contado. Pues eso, se fue el Maestro pero por suerte nos queda toda su obra.
@Mr_Miquelpg
@Mr_Miquelpg
No hay comentarios:
Publicar un comentario