En una de las promos de Uno para todas, sitcom protagonizada por Tim Allen el personaje
protagonista, el protagonista de la serie dice “Los hombres llevan una vida de callada desesperación”. Dicha frase
pone de manifiesto la batalla interior del hombre contemporáneo que se mueve
entre el macho heterosexual autosuficiente emocionalmente hablando, y lo que se
ha venido a denominar como hombres nuevos, es decir aquellos que están volcados en una convivencia de igual a igual
con las mujeres y en no ocultar su sentimientos.
Lo hombres nuevos aparecen en las series de televisión de
manera camuflada. Lo que en un principio parece un hombre tolerante, abierto,
etc. se descubre antes o después como un micromachista (palabro utilizado en
los estudios de género) que a la larga saca lo “mejor” de si mismo para
demostrar su valía como hombre o para ser amedrentado de manera continua por el
resto de personajes masculinos de la serie.
Quiero entender que en el contexto socio-económico contemporáneo
Ser un hombre, como y por qué (Caramba,
2012) de Albert Monteys no es solo como una puesta de manifiesto del
resurgimiento de macho heterosexual que parece renacer en tiempos de crisis,
sino como una superación de ese modelo de entender la heterosexualidad
masculina. El sargento, ese ser que habita entre la población masculina, que parece
poseer todo el conocimiento en cuanto a como un hombre debe ser y comportarse;
es como muy bien describe Monteys, a través de una narrativa seudocircular, un
constructo social hijo de la sociedad militarizada de la dictadura y de la
preminencia de la educación militar, y por ende del trabajo físico por encima
de cualquier otro, como valor formador y moldeador definitivo de hombres.
Esta obra que lleva como subtítulo Guía de uso de la testosterona recoge en tan solo 24 paginas,
porque no siempre hacen falta 100 para explicar algo, una forma de hacer humor
gráfico que ha creado escuela y en la que Albert Monteys es todo un maestro tal
y como ha ido demostrando a lo largo de sus 20 años de profesión. No solo se
trata de una forma de hacer sino de narrativizar: mostrar al narrador, hacerlo
omnisciente o simplemente hacer aparecer al autor de la página para dar pie al
gag lo cual sirve para que el lector se identifique más con la situación.
En este mundo existen dos verdades irrefutables: que
llueve de arriba abajo y que Albert Monteys ha sido, es y será (espero) uno de
los grandes del humor gráfico nacional y hace gala de ello en Ser un hombre, como y por qué, sin renunciar a su estilo personal y
resultando como siempre fresco y divertido, lo que hace de esta obra una compra
imprescindible tanto para todos los fans del autor como para aquellos que
quieren pasar un buen rato, con la garantía de la cuidada edición llevada a
cabo por Caramba.
@Mr_Miquelpg
@Mr_Miquelpg
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