1.- Elhéroe 2 (Astiberri) de David Rubín. A pesar de aparecer en el mercado a
finales de año, la obra que cierra el díptico sobre el héroe es absolutamente
recomendable, no solo por mantener la calidad del primer volumen sino que
también por el cambio de registro. Un título imprescindible.
2.- King Egg (Una china en mi zapato) de Miguel B. Núñez. Una pequeña joya
editada por una editorial también pequeña, en la que el gusto por las
microhistorias se compagina con un dibujo de trazo sencillo con la capacidad de
transmitir sensaciones a golpe de página (y sin viñetas)
3.- Genioy Figura (De ponent) de José Tomás. Esta obra destila rabia y mala leche a partes iguales con un único objetivo: la industria española del cómic. José Tomás es en mi opinión el autor del año: tanto por esta obra como por su fanzine Condón, por su participación en fanzines, revistas como TMEO y Adobo o su colaboración en Rojo. Sin contar todo lo que prepara de cara al año que viene. Genio y figura es una obra fundamental para entender la autocomplacencia de las industrias culturales.
4.- Vapor (La Cúpula) de Max. El que es quizás el creador referente de toda una generación de autores vuelve con una obra en la que se entremezclan los espacios áridos y la reflexión metafísica. Más allá de Simón del desierto de Buñuel esta Vapor de Max.
5.- JirónNegro (Dolmen) de Josep Busquet y Pere Mejan. Divertida, enérgica y
adictiva. Una obra que aborda la lucha entre la luz y la oscuridad desde un
punto de vista particular, paródica pero sin caer en lo burdo, nos narra la
historia de un vampiro raquítico que se convierte en héroe sin querer serlo.
Esperamos con ansia el siguiente volumen.
6.- Motor
Lab Monqi. Retrato de Brian the Brain como adolescente (Rey Lear) de Miguel Ángel Martín. Vuelve el
hombre. El que fue el autor español más relevante de la década de los noventa
vuelve con una obra profunda sobre la sociedad, en la que pone de manifiesto su
capacidad como cronista, en la que retoma a Brian uno de sus personajes más
queridos. Con la que quizás sea su mejor obra (por el momento)
7.- Infame
(Caramba) de Nestor F. Corta pero intensa, Infame
narra las desventuras de Bruno Kolin un crítico de cómics que es incapaz de ver
más allá de sus narices. El segundo título de la Colección Jaimito de la
editorial Caramba es una de las sorpresas del año.
8.- Miércoles (Sin sentido) de Juan Berrio. La última obra ganadora del premio Fnac-Sinsentido es una pequeña bomba de relojería que indaga en la causalidad y en una crónica social del día a día sin grandes alborotos. Berrio nos muestra una forma única de entender el cómic como forma de expresión y con una narrativa muy personal.
8.- Miércoles (Sin sentido) de Juan Berrio. La última obra ganadora del premio Fnac-Sinsentido es una pequeña bomba de relojería que indaga en la causalidad y en una crónica social del día a día sin grandes alborotos. Berrio nos muestra una forma única de entender el cómic como forma de expresión y con una narrativa muy personal.
9.- La casade los Susurros (Dolmen) de Muñoz, Tirso y Montes. El cómic
de género suele caer en la rutina; sin embargo esta obra destaca por la
elaboración de una historia que encaja perfectamente en los cánones del género
pero que a la vez sorprende y emociona.
10.-
Habitacióncon máscaras / Delicias de humanidad (Ultarradio) de Javier Monsalvett.
Dentro de la colección Fotocop de Ultrarradio, una de las más felices
iniciativas del panorama nacional, encontramos maravillas y una es estas es el
díptico de Javier Monsalvett. Dos
pequeñas historias que harán las delicias del lector.
Pues
esto es lo que, en mi más modesta opinión, ha dado de sí el año 2012. Nos vemos
el año que viene.
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