sábado, 12 de enero de 2013

Spain is Pain #84: Spaniards around the world.



Tema tópico y típico de los medios de comunicación a lo largo del último año es la necesidad que tiene la juventud española de emigrar a otros países europeos para tener no solo un trabajo y un futuro. Drama, según se mire que se puede abordar por un lado desde la crítica social, política o económica, o por otro desde lo intimo y personal. En esas lides nos encontramos con Animal Party (Edicions de Ponent, 2012) de Miriam Muñoz.

En este título se nos narra las aventuras de Miriam en su aventura en Brighton, en la que búsqueda de trabajo y casa no tiene nada que envidiar al hecho de encontrar su sitio en una cultura diferente a la que ha de entender y hacerse entender. Sin embargo, esta obra deja de lado la denuncia social, al menos de manera explícita para hacerlo de manera velada a través de conversaciones, principalmente cuando alguna de las protagonistas españolas habla de volver a España a pesar de la situación económica del país.

En realidad, más allá del relato en primera persona del que hace gala la historia, que en ocasiones se ve un poco desvirtuada por una páginas compuestas a modo de gag con las que se intenta explicar de manera breve algunas situaciones muy concretas, nos encontramos con un manual en toda regla para toda aquella persona que desee irse fuera de la península a probar suerte. Es en ese aspecto en el cual el relato brilla y en el que la autora nos muestra su solvencia como narradora a la hora de crear una historia basada en su experiencia personal pero alejada de todo morbo y lo que es más importante con la capacidad de narrar lo íntimo y hacerlo comprensible a lector.


Otra característica de esta obra es el talento de Miriam Muñoz a la hora de crear unos estereotipos para describir a los compañeros de trabajo y a las personas con las que comparte el piso con los que los lectores pueden identificar sus experiencias personales en el tema de compartir piso. Pero que a la vez hace imprescindible la desaparición de una fauna humana alejada de esos dos contextos y que es substituida por una fauna animal presidida por las omnipresentes gaviotas, más salvaje si cabe que las personas.

Animal Party es una obra agradable y sobre todo sincera que intenta plasmar la experiencia de la autora sin ser pretenciosa ni como narradora ni como ilustradora, pero si efectiva sobre todo el aspecto gráfico, ya que el dibujo y el color se ajusta perfectamente a la función que tiene que tener dentro de este relato: no destacar pero a la vez ser tan importante como lo narrado sin ser esclavo del texto. 

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