sábado, 7 de septiembre de 2013

Spain is Pain #136: Dialogando con el texto.


Como ya comente hace unos meses por motivo de la de Supercómic uno de los grandes problemas de la divulgación de la cultura popular de masas actual es que está basada en una acumulación de datos de manera irreflexiva y carente de un interés real más allá de la de la cifra y la anecdota. Por suerte este año parece que las cosas parecen a cambiar: el ya citado libro coordinado por Santiago García, Batman desde la periferia editado por Alpha Decay, iniciativas como CuCo (Cuadernos de Cómic) capitaneada por Gerardo Vilches y Octavio Beares, y la siempre interesante Entrecomics que acaba de dar un giro que refuerza su labor divulgativa. A estos títulos e iniciativas hay que sumarle Radiografias de una explosión. Doce aproximaciones concéntricas a Watchmen (Modernito Books, 2013) uno de los títulos que va a marcar un antes y un después en la divulgación de la historieta en nuestro país.

El modelo utilizado en este trabajo es el anglosajón, una serie de autores aportan una visión personal basada en una metodología determinada que nos ayudara a analizar y a entender la que posiblemente sea la obra más laberíntica sobre el universo superheroico escrita hasta el momento. Dicha complejidad es la que da pie a este título, que se aleja de cualquier lectura simplista basada en las anécdotas y en la acumulación de datos, ya que con una obra de este calibre se trata de algo prácticamente imposible. Desde Modernito Books han apostado por la elaboración de un volumen necesario, y más tras la simplificación de tramas, conceptos y articulaciones que está viviendo el comic de superhéroes estadounidense basada en el preview, los reboots y los cambios de uniforme. Corriente en la que se vio arrastrada la adaptación cinematográfica de la obra de Alan Moore y Dave Gibbons del siempre desafortunado, impersonal y torpe Zack Snyder. Cinta en la que se centraba única y exclusivamente en una plana y previsible trama detectivesca dejando de lado la riqueza textual del libro original.

Radiografias de una explosión navega en dos direcciones distintas que convergen por la comprensión de un texto complejo donde los haya, por un lado están aquellos textos que realizan una aproximación general a toda lo obra del guionista británico y por otro lado unos textos que escarban en los significados ocultos dentro de la miniserie editada por DC.

El libro empieza, es un decir porque tiene dos cubiertas y se puede comenzar por cualquiera de los dos polos discursivos, con “El método Moore” de Jorge Carrión en el que el autor busca analizar de manera breve pero intensa las pautas recurrentes en la obra de Moore y que este utiliza para poder contextualizar cada uno de sus trabajos. Se centra en la importancia que este guionista le da al situar la acción de sus creaciones en un momento histórico concreto y por el planteamiento de puesta en abismo que existe en su trabajo creado a través de la reescritura de textos ficticios, y de cómo todo ello hace que el lector sea en cierta medida un hermeneuta. El ensayo titulado “El lugar de Watchmen” escrito por Gerardo Vilches es un lúcido texto sobre el lugar que ocupa este cómic hoy día  a través de la importancia que tiene Watchmen al ser un texto nacido de las narrativas populares pero con unas miras que  van más allá. Siendo también un trabajo que es visto por muchos como un legitimador del medio por su aproximación a la literatura y por su alejamiento a sus orígenes. En esta intersección Vilches reflexiona sobre los medios y las fórmulas que tenemos de clasificar las obras y situarlas en un grupo u en otro, y sobre la legitimización de los textos populares. En este mismo bloque de textos nos encontramos  con el capítulo de Manuel Barrero “Una conspiración simple y burlona” en el que nos plantea Watchmen como un relato en el que se entrecruzan teorías conspiracionistas que toman forma a partir de un uso elaborado de todo tipo de simbología ligada a la religión, los francmasones y los illuminati; y como todo ello influye en la construcción de los personajes. Se trata de un capitulo fundamental para entender la construcción de uno de los niveles elementales de Watchmen y que inciden en la importancia de la investigación en la labor creativa.

El siguiente capítulo escrito por Antonio Sánchez “Ni siquiera un dios puede salvarnos. O la supervivencia de los simulacros del fin del mundo” se nos plantea una lectura medio camino entre lo filosófico y lo político. Por un lado esta lo que se oculta tras la máscara y lo que ello supone a un nivel político para una sociedad democrática. Por otro a nivel filosófico y de cómo Watchmen se mueve a medio camino entre la realidad y el simulacro. Este capítulo sitúa la obra de Moore en la de la lectura política de la sociedad democrática actual y de cómo este título puede ser entendido tanto como crónica como obra de ficción. En “Mis problemas con las watchwoman” de Elisa McCausland hace una lectura de género en el que las protagonistas son la madre justiciera y la hija cuya evolución final consiste en que recoger tanto el testigo de la madre como el del padre, y la construcción de la identidad de estas dentro de un relato circunscrito dentro de un capitalismo destructivo. En “Radiografías de la fragilidad” José Manuel Trabado hace una aproximación a la importancia de los textos que cierran cada uno de los capítulos de Watchmen y de cómo estos ayudan a construir un edificio sólido que es el que hace que esta obra se aleje de la estereotipada estructura de género.

Por el otro lado del libro nos encontramos otra serie de ensayos que empiezan por “Una charla filosófica. Doctrina y totalidad en Promethea de Alan Moore” de Javier Calvo un brillante capitulo que nos habla de cómo Promethea forma parte de la ficción oculta vinculando ciertos aspectos de la obra de Moore con la de Lovecraft y Crowley. En “De piratas y caníbales. Watchmen y la EC” de Javier Fernández tiene como punto de partida los Relatos de la fragata negra para establecer una relación entre la obra personal de Moore, Watchmen y los populares relatos de la EC. Por otro lado Oscar García en “Si lee un abrazo desesperado en el rostro de Rorschach antes de morir…” nos introduce en el mundo de la teoría del caos y los fractales. En el imprescindible “La mirada del Abismo. Lo imposible simbólico en Watchmen” de J.J. Vargas  utiliza el filtro del psiquiatra francés de Jacques Lacan para hacer un análisis del sujeto de algunos de los personajes que pueblan esta ucronía. Para finalizar este bloque el capítulo de Erea  Fernández Folgueras “Por una geografía del hombre” en la cual hace una lectura sobre lo perceptible en el consciente centrándose en la diferencia entre la máscara y la piel, y para acabar de Fernando Ángel Moreno “Mariposa en Frasco de nostalgia” en el que el autor analiza Watchmen desde una perspectiva temporal, lo que implica la utilización del tiempo mítico, el diacrónico y la utilización del tiempo por parte de los personajes.

Esto es un brevísimo resumen de lo que podemos encontrar en este imprescindible libro que nos ayudará a apreciar Watchmen desde diferentes perspectivas que no harán otra cosa que enriquecer la lectura de un texto que ya es rico de por sí. De manera que, tanto si hace tiempo que no habéis leído la obra de Moore y Gibbons, como si tenéis pensado leerla en breve, Radiografias de una explosión es imprescindible para releerla de una manera más plena. 

                                                                                                                           @Mr_Miquelpg

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