De vez en
cuando surge el tema de que la industria del cómic está dejando de lado a los
que deben ser los lectores del mañana, los niños de hoy, en pos del lector
adulto que prefiere leer otro tipo de productos. Entrando en ese debate quiero
pensar que lo que a nuestra generación, los nacidos en los sesenta, setenta y
ochenta le ofrecían los cómics es lo mismo que lo que a la generación actual de
niños les atraer del entretenimiento electrónico, en mi opinión se trata de algo generacional
y de prioridades en el ocio; a los ojos de un infante un videojuego puede
resultar mucho más atractivo de un cómic. En parte se trata de algo que tiene
culpa el mercado, el consumo del lector de comics ha ido creciendo con él, en
algunos casos no, y la venta se ha desplazada del quiosco a las librerías
especializadas y las grandes superficies, por otro lado otro artefacto ha
ocupado un lugar central en los quioscos las revistas de franquicias las cuales
incluyen cómics.
A pesar de que
la situación no acompaña y que el público infantil o no tiene opciones o no se
las ofrecemos, surgen en ocasiones iniciativas que son dignas de elogio y al
menos en este caso por lo hablado anteriormente dignas de hablar de ellas.
Recientemente Edicions de Ponent ha publicado el recopilatorio de Los señores formas de Denis Roca, hasta
ahí todo normal sino fuera porque Denis Roca tiene en la actualidad 8 años y
lleva un par publicando las aventuras de esta creación propia. Resulta extraño
que en un panorama tan desolador para el tebeo infantil surja un niño que sea
capaz de utilizar el lenguaje del cómic de una manera más que competente para
explicar sus historias.
Evidentemente
lo narrado en estas páginas son historias sencillas tanto en el dibujo como en
las tramas, pero en esa sencillez radica la brillantez de este cómic. En este
se narran las aventuras de un grupo de seres definido por su forma y su color
que viven aventuras que consisten en resolver pequeños problemas y tramas. Lo más
sorprendente, a parte de la precocidad de Denis, es la demostración que lo naïve
no está reñido con la inteligencia a la hora de exponer las tramas y hacer
aparecer nuevos personajes; porque si en principio puede parecer una idea que
se agote rápido, realmente no es así cada historia plantea un escenario
diferente que da pie a la aparición de nuevos personajes. En ese sentido la
historia brilla por hacer realmente atractiva esta historia que tendría muy
buena salida en otros formatos destinados a otros medios.
En fin el
debate sobre si el cómic sigue siendo un soporte cultural atractivo para los
niños seguirá abierto, pero lo que sigue sorprendiendo es que a pesar de la
carencia de títulos destinados al público infantil sigan surgiendo chavales con
interés por el medio gráfico. Los señores
formas es un libro muy recomendable, que como mínimo saciará nuestra
curiosidad de cómo es un cómic hecho por niños, más que nada por ver como entienden
ellos él medio, y refrescará nuestras retinas con historias puras, sin
aderezos, con pocos giros argumentales, y sin elementos catárticos, que
transmiten solo en que consiste el placer de narrar. Todo ello nos permitirá recuperar
el placer de leer un tebeo por leerlo sin tener que hacer conexiones con otros
textos ni tener que conocer toda la trayectoria del autor. Pues eso, a leer la
comics se ha dicho.
@Mr_Miquelpg
@Mr_Miquelpg
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